Myanmar es una tierra de templos dorados, paisajes pintorescos y tradiciones profundamente arraigadas. En Yangon, maravíllese con la impresionante Pagoda Shwedagon, pasee por las calles de la época colonial y explore el animado mercado Bogyoke. La antigua ciudad de Bagan encanta con miles de impresionantes templos repartidos por sus llanuras, que se ven mejor al amanecer. El lago Inle ofrece una escapada serena con pueblos flotantes y pescadores emblemáticos que reman con piernas.
Desde los palacios reales de Mandalay hasta las playas vírgenes de Ngapali, Myanmar es un viaje a través del tiempo y la belleza. Cálidas sonrisas, vibrantes festivales y sabrosa cocina birmana hacen de cada visita una experiencia cultural memorable.