Rumania es una tierra de castillos medievales, pueblos encantadores y paisajes impresionantes. En Bucarest, maravíllese con el gran Palacio del Parlamento, explore el histórico Lipscani y disfrute de animados cafés. Brașov, enclavada en los Cárpatos, alberga la iglesia gótica Negra y el encantador casco antiguo. Visite el Castillo de Bran, a menudo vinculado a la leyenda de Drácula, o explore los monasterios pintados de Bucovina. El delta del Danubio está repleto de vida silvestre y la autopista Transfagarasan ofrece un recorrido panorámico a través de picos espectaculares. Con un rico folclore, una cocina deliciosa y una cálida hospitalidad, Rumania es una joya europea escondida.