Llena de edificios góticos, capillas barrocas y palacios renacentistas, la historia de la República Checa cobra vida a cada paso que das. Praga, una de las ciudades más fascinantes de Europa, lo atrae con el magnífico Castillo de Praga, la imponente Catedral de San Vito y los encantadores barrios cerca del río Moldava. Pero es el centro urbano de la ciudad, lleno de vida gracias a una escena gastronómica emergente, turistas enérgicos que exploran las calles y las entretenidas historias de los lugareños, lo que hace que uno se quede. La República Checa también ofrece varios lugares espectaculares para la inmersión cultural: ¡asegúrate de pasar por los pubs locales para disfrutar de la mejor cerveza del mundo!