Una cena excelente en un pequeño restaurante cerca de Jūban. Fácil de encontrar. Un gran chef que pone mucho esmero en cada plato. Como no hablo japonés, el chef me dijo los nombres de los platos, pero no entendí muy bien. No hubo mucha comunicación durante la degustación. Los ingredientes eran muy frescos, no es de extrañar que ofrezcan marisco de alta calidad a varios restaurantes. El primer plato era como piel de tofu, el segundo era sopa de melón de invierno con carne picada, el tercero eran patatas fritas y vieiras, el cuarto era sashimi de atún, calamar, gambas y un tipo de pescado, el quinto era una gamba grande, el sexto era wagyu, el séptimo era té, el octavo era pepino y arroz, y el noveno era higo. Verdaderamente un festín para la vista y el paladar.