¡Lo mejor! Al principio, cuando nos encontramos, hay que llegar temprano, unos 10 o 15 minutos antes de la hora prevista. Shinjuku es como un laberinto. Conocí a muchos viajeros y nos lo pasamos genial. Comimos las mejores ofertas, probamos sake y, por último, ¡hacemos karaoke! ¡Es una visita obligada para hacer amigos locales y extranjeros!