Antes de las 9:00, dirígete al mostrador de Captain Cook en el muelle Circular Quay número 6 para canjear tus billetes. Los ferrys tienen una frecuencia bastante buena, con salidas cada media hora o una hora entre semana, y puedes disfrutar desde las 9 de la mañana hasta las 6 o 7 de la tarde. Ten en cuenta que no todos los ferrys paran en todas las estaciones, así que estate atento al último horario. En un día visitamos tres lugares: el zoo de Taronga, la playa de Manly y Watsons Bay, ¡aprovechando al máximo! El zoo abre a las 9:30 y es enorme, con una gran variedad de animales y espectáculos. Recorrerlo todo con calma lleva unas 4 horas y requiere algo de energía. Lo bueno es que la mayor parte del parque tiene senderos con rampas, lo que lo hace ideal para familias con cochecitos de bebé o sillas de ruedas. Por la tarde, la playa de Manly es preciosa y tiene muchas tiendas de recuerdos para visitar. Recomiendo el restaurante de carne Manly Grill, ¡está delicioso! 😋 Al atardecer, fuimos a Watsons Bay a ver los acantilados, hay que subir algunas escaleras, es espectacular pero hace un poco de frío. En general, merece la pena el precio. Si vienes a Sídney por tu cuenta, puedes probarlo. Durante el trayecto en ferry se puede ver la Ópera de Sídney y el Harbour Bridge, ¡y cualquier foto que hagas saldrá genial! Si viajas con niños, personas mayores o no tienes mucha energía, te recomiendo comprar el billete de ferry de 2 días, para que puedas disfrutarlo con calma, porque recorrer todo este itinerario en un día es bastante agotador 😂.