Nuestro guía, Curtis, fue genial. ¡Habla inglés, mandarín y cantonés, y alterna entre los tres idiomas! Nos da consejos y explica el contenido, ¡pero también nos da tiempo para descansar! Los lugares a los que fuimos eran muy buenos; la Rainbow House estaba bastante vacía, así que pudimos hacer muchas fotos. Tuvimos la suerte de sentarnos juntos en el tren con la familia, ¡así que pudimos hacer muchísimas fotos, e incluso saludar a los transeúntes! Por último, en Penguin Island realmente se pueden ver pingüinos, ¡son pequeños y muy lindos!