El guía turístico nos contactó con información detallada, incluyendo fotos, para asegurarnos de que supiéramos dónde encontrarnos el día anterior a nuestro viaje, ya que el tour tiene varios puntos de recogida, por lo que la puntualidad era fundamental. Tuvimos una guía turística inglesa y china, Betty. Fue profesional y podía conversar en los tres idiomas, lo que facilitó la experiencia a todos en el grupo. El conductor del autobús también fue profesional y nos llevó de un lado a otro. Tuvimos la suerte de ver el monte Fuji en más de una ocasión, lo cual fue una ventaja durante un día nublado de verano, ideal para practicar senderismo. La única desventaja es que tiene muy pocas opciones para comer, así que no estaría mal comprar un sándwich o un onigri en la tienda de conveniencia antes del viaje.